lunes, 23 de enero de 2012

Prado Redondo-Albergue San Francisco

Partimos del Km. 26 de la antigua carretera de la sierra. En este punto dejamos el vehículo y tomamos la pista de tierra que da entrada al Parque Natural de Sierra nevada y por la que transcurre, a media ladera, todo el recorrido lineal. A pocos metros de la suave subida inicial encontramos a la derecha unos prados con un atractivo paisaje calizo al fondo, con arbustos espinosos dispersos como el agracejo, el rosal silvestre y el majuelo. Cruzamos un pequeño arroyo dejando una vereda a la derecha que sube al collado de las sabinas, esta vereda será por la que descenderemos en nuestro regreso. En la amplia curva que traza más adelante el carril podemos apreciar la amplia panorámica que nos ofrece. Divisamos debajo del calar el pueblo de Güejar Sierra, la loma de la cuerda de las Catifas. En primer plano a la derecha tenemos la loma de los Cuartos que asciende a las cumbres entre el río Maitena y el Genil. Continuamos nuestra marcha, obviando una vereda que baja a Güejar Sierra, dejando el piornal-sabinar (piorno azul, mancaperros, sabinas…) para adentrarnos en un pinar de repoblación hasta el Barranco de los Tejos, donde entramos en la zona silícea de Sierra Nevada. En esta zona abunda el jabalí y la cabra montesa. Seguimos por el pinar de repoblación (pino silvestre y laricio) hasta salir a unos prados y se encuentra el cortijo de los Castaños. Seguimos y cruzamos el barranco de las Ánimas y en unos minutos estamos en la peña del Perro, estupendo mirador del valle del San Juan en su confluencia con el valle del río Genil. Continuamos por una vereda y cruzamos otro barranco, seguimos y encontramos a la derecha una fuerte subida. En esta zona encontraremos unas cuantas joyas botánicas de Sierra Nevada como la violeta, la verónica, el acónito, etc. Seguimos por un pinar todo ello subiendo. Después del pinar cuando lo hicimos estaba bastante nevado y tuvimos que improvisar. A unos minutos de salir del pinar ya divisamos las ruinas del Albergue de San Francisco, construido en los llamados “Campos de Otero” por la Sociedad Sierra Nevada, que se fundó por un pequeño grupo de montañeros granadinos conocidos como los “Diez amigos Limited”. De regreso quisimos tomar la pista en ascenso que sale hacia el collado del Diablo, aun que estuvimos dudando porque estaba nevado y solo en trozos podíamos adivinarla. Ya arriba siguiendo por una vereda con la carreta de la sierra a la vista, continuamos hasta el Collado de las Sabinas y, en un fuerte descenso llegamos a la pista que nos conduce a Prado Redondo.